El dolor no se apaga con bulla, con peticiones desesperadas
con gritos de alegría hasta arriba de savia
solo pide ayuda desde un rincón en una montaña
al que fue a apartarse del mundanal de mis pensamientos
clama por compasión, quiere existir
y ser reconocido como miembro de derecho de mi ser
Sigo sin quererlo
sin darle espacio en mi cama para abrazarlo todas las noches...
Es mal amigo
requiere atención exclusiva y pretende que no disfrute cuando estoy con él
Yo solo quiero imbuirme de bulla, savia y que la lluvia caiga sobre mi frente.
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